La Vanguardia, 09/07/2010
El presidente de la Generalitat, José Montilla, ha pedido «coraje al conjunto de los pueblos de España para avanzar en un estructura federal más sólida», y ha añadido que «España debería empezar a reconocerse a sí misma en sus diversas lenguas y en sus diversas energías creadoras y artísticas».
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En sus primeras palabras tras publicarse la sentencia íntegra del Tribunal Constitucional (TC) sobre el Estatut, no se ha referido explícitamente en ningún momento a ella, aunque ha criticado que existen en España algunos sectores de tendencia «recentralizadora y uniformizadora, que no han asumido aún que la diversidad es la esencia cultural y patrimonial de la España del 2010».
Para el también líder del PSC, el federalismo es «la solución más práctica» para favorecer el progreso de la sociedad, y lo ha defendido porque es la mejor manera de coordinar las políticas autónomas de cada territorio desplegadas desde la máxima proximidad posible a los ciudadanos, según ha dicho en el discurso de clausura de las jornadas de socialistas europeos ‘Por una nueva política cultural de progreso en la UE’.
Desde un atril en el que se podía leer el lema ‘Sigo creyendo en el Estatut’, ha afirmado que «la diversidad es la esencia de la riqueza cultural», sobre todo en el ámbito de las lenguas. «La cultura ha contribuido a cohesionar España», ha sentenciado. Por este motivo ha criticado a los que desaprobaron que hablara recientemente en catalán en el Senado, y les ha acusado de hacer un gesto «triste, reaccionario, ofensivo y nada inteligente», el mismo gesto que considera que han hecho los que han criticado la ley del cine catalán recién aprobada por el Parlament.
Entre los retos de la cultura, Montilla ha señalado que los gobiernos deben definir «un marco moderno para promover el mecenazgo cultural» con el objetivo de encontrar los mecanismo legales para atraer recursos privados al fomento de la cultura. «Es una asignatura pendiente de España y Catalunya».
Cultura pese a la crisis?
El President también ha explicado que, aunque la sociedad está en una crisis por la que los gobiernos ajustan sus presupuestos, la cultura no debe considerarse «un gasto prescindible», sino una inversión. Ha pedido a la Unión Europea que promocione iniciativas culturales en sus Estados miembros, y ha avanzado que uno de los factores clave en el futuro será implementar programas para «detectar el talento» entre los más jóvenes.