Sergi Tarín, Público – Valencia – 18/10/2008
Fueron los que más tiempo empuñaron el fusil contra las tropas fascistas y los que menos reconocimientos tienen. Es la queja unánime de los familiares de guerrilleros españoles y de las asociaciones que estudian la resistencia contra Franco. De hecho, las ayudas destinadas a reparar a las víctimas del franquismo han obviado sistemáticamente la lucha de los guerrilleros, negándoles pensiones, reconocimientos y honores. Parte de culpa la tienen cuatro décadas de propaganda franquista obsesionada en convertir a los maquis en bandoleros. Un estigma que se ha mantenido y que incide en que iniciativas como la Ley de Memoria Histórica solo mencione a la guerrilla, pero sin establecer medidas concretas que restituyan su memoria.
Sin embargo, el auto publicado por el juez Garzón podría suponer un antídoto contra esta amnesia. En sus razonamientos jurídicos, el magistrado divide la represión franquista en tres etapas. La última, «entre 1945 y 1952, marcada por la eliminación de guerrilleros y personas que les apoyaban». Es la declaración de reconocimiento al maquis más explícita hasta la fecha. Pero el auto no se detiene ahí. Más adelante especifica qué cuerpos del Estado protagonizaron la represión contra los guerrilleros.
Entre ellos destacan soldados, falangistas, somatenistas (ciudadanos armados) y, fundamentalmente, la Guardia Civil. Esta última fue el peor enemigo de los maquis. Su enfrentamiento puede dividirse en dos períodos. El primero, desde 1945 hasta 1947.
Entonces, España temía una intervención aliada tras el final de la II Guerra Mundial y ejerció una actitud contemporizadora hacia la guerrilla. Los guardias civiles solían disparar al aire antes de adentrarse en el monte para que los guerrilleros se percataran de su presencia.
La segunda etapa arranca en 1947. Franco se sintió a salvo y endureció su estrategia hacia el maquis. En abril promulgó la Ley de Bandidaje y Terrorismo, que posibilitó las ejecuciones.
El terror según Pizarro
En una segunda vuelta de tuerca, nombró a Manuel Pizarro Cenjor (abuelo del ex presidente de Endesa y diputado del PP) gobernador civil de Teruel y general en jefe de una amplia zona delimitada para combatir a la irreductible AGLA (Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón). Pizarro había golpeado con éxito a las guerrillas andaluzas, asturianas y leonesas y su misión era ahora acabar con el AGLA a cualquier precio.
Más cuarteles, multiplicación de los efectivos, creación de contrapartidas y una estrategia destinada a socavar a la guerrilla por su eslabón más débil: el de los enlaces y los puntos de apoyo. Estos fueron los cuatro pilares de las medidas adoptadas por Pizarro.
Bajo sus órdenes se torturó y asesinó a campesinos sospechosos de auxiliar al maquis, se requisaron tierras, se quemaron alquerías, se arrancaron cultivos y quedaron deshabitadas amplias zonas para aislar a los guerrilleros, dejarlos sin víveres y obligarlos a bajar de las montañas.
Bajo tierra
El caso de Pedro Alcorisa «Matías» es paradigmático. Durante meses ejerció como punto de apoyo de los maquis en Santa Cruz de Moya (Cuenca). Una vez descubierto, subió al monte junto a una partida guerrillera. Como castigo, la Guardia Civil detuvo a su padre y lo torturó hasta la muerte en el cuartel de Arrancapins, en Valencia. Después ocultó el cuerpo en un fosa común del cementerio de Valencia.
Historias así abundan entre las montañas valencianas, aragonesas y manchegas. La política de Pizarro fue salpicando de fosas estas tierras hasta que la guerrilla abandonó la lucha en 1952. El auto de Garzón enciende ahora la esperanza de aquellos que anhelan recuperar los despojos de sus familiares y enterrarlos con dignidad. «No puede haber reconciliación cuando media España está todavía enterrada en las cunetas», afirma Eligio Hernández, Fiscal General del Estado entre 1992 y 1994. Y añade: «No entiendo la reacción de la derecha ni mucho menos la de la Iglesia, institución que más reivindica la memoria histórica con sus mártires y beati-ficaciones. ¿Acaso los muertos republicanos no son hijos de Dios? ¿Acaso no merecen cristiana sepultura?».
José M. Montorio, guerrillero (Borja, Zaragoza, 1921)
¿Cómo ingresó en la guerrilla española?
En febrero de 1939, huyendo de las tropas franquistas, crucé a Francia. Los gendarmes nos detuvieron y nos trasladaron al campo de concentración de Sant Cyprien. Cuando estalló la II Guerra Mundial y Francia fue ocupada por Alemania, el mariscal Pétain nos entregó a los nazis. Finalmente conseguimos escapar y nos enrolamos en la resistencia francesa. En 1945 se celebró en Toulouse el I Congreso de Guerrilleros Españoles. En diciembre, un pequeño grupo ingresamos en España. Llegamos a la sierra de Javalambre, en Teruel, a primeros de 1946.
¿Cómo era su vida?
Muy penosa. Un día de guerrillas equivalía a tres años en la resistencia francesa. No teníamos tanto apoyo de la población. La Guardia Civil la reprimía. Lo peor eran los inviernos. Íbamos medio descalzos, helados y sin poder encender hogueras para no delatar nuestra posición. Percibíamos, que la situación no era buena, que no había salida, pero nadie se atrevía a decirlo por miedo a ser acusado de derrotista.
¿Y cómo se retiraron?
El PCE me encargó evacuar a los últimos guerrilleros de Levante en junio de 1952. La Guardia Civil sabía por dónde pasaríamos porque capturaron a un guerrillero y le hicieron cantar. Tuvimos que retroceder e ir por Roquetas y Amposta. Cuando llegamos a Francia, tras 25 jornadas a pie, no nos esperaba nadie del partido. Tampoco reconocieron nuestra lucha. Me siento decepcionado.
«Los maquis son los proscritos de la democracia»
Ramiro Varea, Público, Madrid – 31/05/2009
El historiador leonés Secundino Serrano es uno de los grandes especialistas en la guerrilla antifranquista. Autor de numerosos artículos y varios libros sobre el maquis, asegura que estos guerrilleros son los grandes olvidados en la historia de la democracia.
¿Por qué la gente se lanzó al monte en la posguerra?
Lo hicieron por salvar la vida. El maquis fue una guerra de guerrillas contra la dictadura. Era imposible entablar una lucha política contra el franquismo. Por eso, a los guerrilleros no les quedó más opción que las armas. El maquis existió porque hubo un programa de exterminio por parte de las autoridades franquistas. Ante todo, fue un movimiento antifranquista.
¿De verdad creyeron que podían derrocar la dictadura?
Hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, sí. Estaban seguros de que, con la derrota del fascismo en Europa, habría en España una intervención extranjera y serían la vanguardia de la democracia. Pero todo cambió cuando Gran Bretaña decidió no intervenir en España y con el estallido de la Guerra Fría. Ahí, la guerrilla dejó de tener sentido.
¿Tanto miedo tenía el franquismo a la guerrilla?
Por supuesto. La única oposición importante que tuvo el franquismo en la posguerra estuvo en el monte. La dictadura ejerció contra ellos una violencia extrema, con la aplicación sobre sus miembros de la Ley de Fugas.
¿Cuántos guerrilleros actuaron en España?
Es difícil hacer un cálculo exacto, pero es muy posible que actuaran entre 5.000 y 6.000 combatientes. Murieron 3.000, otros 2.500 fueron detenidos o acabaron por entregarse y 500 consiguieron huir. Después hubo entre 20.000 y 40.000 enlaces, gente que colaboró en mayor o menor medida con ellos. El 40% de estos enlaces fueron mujeres y niños. Este dato es significativo, porque habla de la toma de conciencia de la mujer rural en una época tan dura y oscura para las mujeres.
A día de hoy, ¿cree que se ha hecho justicia con ellos?
En absoluto. Pienso que los maquis son los proscritos de la democracia. Eso se explica porque cualquier evocación de un episodio de violencia provoca una especie de miedo. Basta con echar un ojo a la Ley de la Memoria Histórica. La palabra maquis sólo aparece en el preámbulo de la ley. En el resto del texto, no hay ni una mención hacia ellos. No han recibido compensaciones económicas ni reconocimiento alguno.
¿Montañas manchegas? Que me lo expliquen.
soy una persona nacida en el 1947. aunque todavia vivi bastantes consecuencias ,se muy pokito, pero aun asi llego a conocer y vivir el miedo de mis padres, que un hijo sin saber que es capta en el dia a dia viendo que muchas de las cosas no podian ser asi , aunque ellos procuraron hacer que nuestra vida fuese normal. y se callaron tantas cosas….que hoy me hubiese gustado saber…… y no se.. estando como estuvo mi padre en la guerra …. ,aun llegamos a vivir, como iba la guardia civil a los pueblos buscando en las viviendas a los posibles maquis escondidosy que alli no encontraron.pero: que luego los mataron bastante cerca de alli, unos años mas tarde:fueron: los ultimos guerrilleros llamados «maquis» y que ahora conozco mas cosas por los libros y las comunicaciones pero mas desde ke un dia encontre esta pagina gracias solo me queda decir que todos en la tierra somos iguales y sobre todo a la hora de enterrarnos que menos que eso. adelante con buestro trabajo que es «estupendo». tambien me quedaron familiares por ahi sin saber en donde estan. y ahora hago una pregunta ya que no encuentro comentarios ni fotos de los caidos en cantabria.¿que paso? no los habia?o como cierta persona me hablaba cuando servia yo por alli, ella decia que los tiraban por el faro de santander. que a su marido y a otros presos los asomaban asustandolos al faro en ese momento no los tiraban pero luego segun ella, fueron muchos los que murieron asi . donde estan esos ahora?en el mar desaparecen. y asi no se deja rastro y las viudas no son viudas mientras sus maridos no aparezcan……ni casadas estaban…cuanta ingratitud
en cantabria, de ahi no veo comentarios, ahi tambien hubo unos cuantos maquis , puede que yo no lo encuentre pero por esas tierras tambien hubo republicanos y comunistas ectra. gracias esto para mi es muy grande……
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