El anarquismo español creó la CNT y la FAI según la teoría de Kropotkin: una organización abierta, a la luz del día, y otra secreta, de acción
Xavier Montanyá, La Vanguardia, 24.11.2010
Más ausente que presente, el relato historiográfico del anarquismo español es, en cualquier caso, un relato plagado de luces y sombras, de mitos y de tópicos. El centenario de la CNT es un buen momento para aportar un poco de luz.
Solemne, compleja y contradictoria. Así define la vida del anarquismo español Julián Casanova, catedrático de Historia Contemporánea, y uno de sus más destacados estudiosos. Con motivo del centenario de la fundación de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), Casanova ha dirigido uno de los proyectos más interesantes del año: la gran exposición Tierra y libertad. Cien años de anarquismo en España, y el libro del mismo título, publicado por editorial Crítica, un balance histórico del movimiento en todas sus manifestaciones, firmado, además de él, por especialistas como José Álvarez Junco, Clara E. Lida, Rafael Núñez Florencio, Carlos Gil Andrés, Mary Nash, Alicia Alted, Javier Navarro y José Luis Ledesma.
??La exposición, que pronto finalizará en Zaragoza, y aspira a itinerar a Barcelona y Toulouse, es la primera gran muestra sobre el anarquismo en España desde la muerte de Franco. Su gran valor es el impulso que da al conocimiento del tema, con sus luces y sus sombras, y la voluntad de romper tópicos. Para Casanova, «lo más importante es que la gente sepa que esto existió y que no fue cosa de cuatro pistoleros, como muchos aún creen. Fue importante y múltiple. Abarcó muchos ámbitos de la sociedad: cultura, sindicalismo, feminismo, arte, cine, medios de comunicación… No existe un movimiento social en España tan rico y diverso, excepto el socialismo». El proyecto tiene un objetivo pedagógico, con áreas bien definidas, textos sintéticos, y una destacada presencia de la imagen: películas producidas por la CNT, diarios, revistas, fotografía, y montajes en vídeo de material inédito procedente del Instituto Internacional de Historia Social de Amsterdam, de la Universidad de Valencia o del Ateneu Enciclopèdic Popular de Barcelona.??
Tierra y libertad sirve también para analizar la historia de la España de entonces: clero, burguesía, industrialización, latifundismo… Y los motivos que propiciaron aquí el arraigo del anarquismo. «Su estudio nos lleva al carácter del Estado español ?sostiene Casanova?, rompe la imagen del primitivismo y el movimiento campesino. Hay que tener en cuenta Barcelona y la tesis de Josep Termes. Donde hay un federalismo radical, a lo Pi i Margall, el anarquismo se superpone con fuerza. No le falta razón. Es el discurso de la periferia frente al centro. Sólo falla en Euskadi, que es socialista, pero arraiga en Catalunya, Levante y Galicia».
??La violencia y el terrorismo es uno de los ejes de la exposición. El anarquismo español hizo suya la frase de Kropotkin de 1881: «Nos hacen falta dos organizaciones, una abierta, amplia, funcionando a la luz del día; otra secreta, de acción». Y la aplicó creando la CNTy la FAI. No obstante, más allá de la cuestión de la violencia, ampliamente estudiada y denunciada, Tierra y libertad evidencia que el movimiento no está bien explicado ni ubicado en la historia como merece. «El anarquismo es una peculiaridad de la historia de España. Los años del terrorismo y las bombas fueron importantes, pero hubo más atentados y más importantes en otros lugares de Europa. Lo verdaderamente peculiar y único es que después de la Primera Guerra Mundial el anarcosindicalismo se afianza como único sindicato de masas, cuando ya casi había desaparecido del resto del mundo. Otra peculiaridad es que arraiga en Barcelona, la ciudad industrial más moderna de España, y no sólo en Andalucía, en el campo».??
Casanova quiere promover un conocimiento amplio del anarquismo y profundizar en el relato ya existente. Uno de los temas más graves y delicados es el de la violencia revolucionaria contra religiosos y burgueses desatada en Catalunya tras el fracaso del golpe de estado del 18 de julio de 1936. «Sí, aunque esta violencia se produce en todos los sitios donde fracasa el golpe. Hasta otoño de 1936, los asesinatos en Catalunya tienen importancia en el panorama nacional republicano, pero luego los frenan. Las cifras totales son definitivas. Por ejemplo, en los tres años de guerra, Castilla-La Mancha, con un millón de habitantes y sin apenas anarquistas, tiene 9.000 víctimas de la violencia política en la retaguardia. Catalunya, con tres millones de habitantes, fuerte presencia anarquista y siendo una zona mucho más conflictiva, tiene también 9.000 víctimas», precisa.??
La cultura anarquista ha sido marginada de la explicación histórica general. Tanto la de la escuela racionalista y ateneos como la de vanguardia: cartelismo, fotografía, artes gráficas y cine. Si los republicanos, desde el principio, filman la guerra es porque existe la CNT. Los franquistas tuvieron que empezar recurriendo a técnicos nazis. «Hay mucha cultura, porque hay mucho discurso laico, racionalista, contra el clero y el poder. Esto nos lleva a la tesis de Brenan: el anarquismo es una religiosidad al revés. En España falló el protestantismo, el catolicismo estaba con los ricos y el anarquismo se convirtió en la apuesta laica, por los pobres.»
Otro aspecto que Casanova reivindica es el de la mujer libertaria. «El anarquismo fue la ideología más avanzada en este punto. Creó un discurso propio sobre la mujer. Federica Montseny y Amparo Poch lo representan. Y se plasma en la organización Mujeres Libres. Ellas dicen que hay una doble especificidad en la explotación de la mujer, que si se hace la revolución, la mujer seguirá oprimida por el marido. Hablan de una doble explotación, son las únicas que lo hacen. De hecho, y en la exposición se ve, la mujer miliciana que empuña las armas, símbolo mundial de la lucha antifascista, luego fue relegada a la retaguardia, de enfermera».??
¿Qué queda hoy de todo esto? «El discurso frente al poder, las tecnocracias, las jerarquías, un discurso muy actual. El marxismo no lo cumplió al derivar en estalinismo. Pero el anarquismo sí puede decir que su discurso sigue vigente. Pervive en movimientos jóvenes alternativos».
Como despedida, Julián Casanova reflexiona: «Sin Barcelona esta exposición no hubiera existido, ni el anarquismo español hubiese tenido la importancia que suscita, entonces y ahora. Si sólo hubiera arraigado en Andalucía, toda la parte visual, artística, de vanguardia, no existiría». Razones suficientes para que la exposición se vea en Barcelona. Podría generar conocimiento y debate sobre un tema que, pese a ser esencial en la sociedad catalana del primer tercio del siglo XX, pasa casi desapercibido en la exposición permanente del Museu d’Història de Catalunya.
Pues no, esta exposición no ira a Barcelona, como no fue a Barcelona la magnífica exposición sobre Ruedo ibérico. Las razones políticas tienen muchas veces poco que ver con la cultura…