Un espacio virtual contra la impunidad y a favor de la justicia

La Universidad de California amplia su archivo sobre la Guerra Civil, el mayor del mundo, con una colección de testimonios de víctimas de la represión
Patricia Campelo, Público, 17.11.2010
La Universidad de California en San Diego alberga el mayor archivo que existe con materiales de todo tipo relacionados con la Guerra Civil española, (libros, panfletos de todas las corrientes políticas, fotografías, carteles, etc). Se trata de una archivo único en el mundo creado a iniciativa del profesor Gabriel Jackson, que convenció al periodista e historiador norteamericano Herbert Southworth, para que, en 1966,  donara la colección personal de pósters, libros y demás documentos que había acumulado durante su estancia en España en tiempos de la Guerra Civil.
En 2005, Lynda Claassen, directora de The Southworth Collection, nombre que recibe el archivo, preguntó a un recién llegado profesor español del departamento de Literatura, Luis Martín-Cabrera, cómo ampliar y dar a conocer la colección en España. A partir de ese momento nace el germen de lo que hoy es el Archivo Digital de la Guerra Civil Española y de la dictadura franquista, que refuerza y nutre el contenido del archivo original de Herbert Southworth,  pero con una necesaria adaptación a la era tecnológica: el archivo incluye 124 testimonios audiovisuales de víctimas de la Guerra Civil y de la dictadura, grabadas, editadas y disponibles, la mayoría de ellas, en una página web (http://orpheus.ucsd.edu/speccoll/scwmemory/about-esp.html).
Primeros pasos
El proyecto que se inició formalmente en 2007 está llegando a su fin. En la etapa que viene ahora «se tratará de desarrollar materiales educativos y pedagógicos así como terminar la página web», indica Luis Martín-Cabrera, coordinador del proyecto.
Para la creación de este archivo, financiado en su totalidad por la Universidad de California, Martín-Cabrera junto con Scott Boehm, doctorando en la misma Universidad, decidieron que el primer paso sería reunirse en España con asociaciones de Memoria y de este modo contactaron con Emilio Silva, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH).
«Silva acogió la idea con entusiasmo», recuerda Cabrera, ya que una iniciativa de similares características se había impulsado desde la Universidad Complutense de Madrid pero no fraguó, «debido a un problema de financiación con el rectorado», explica Cabrera.   
Tras esa primera toma de contacto con el movimiento memorialista en España, el siguiente paso fue hacerse con dos cámaras y grabar ocho entrevistas en el verano de 2007 a víctimas de la represión franquista. A su regreso a California, no les resultó difícil la tarea de convencer a los decanos de la división de Artes y Humanidades y a otros administradores del campus de la importancia del proyecto: «Rápidamente entendieron que se trataba de algo muy importante y necesario», resalta Cabrera.
Para preparar a conciencia la iniciativa, el profesor de la Universidad de California visitó distintos archivos del holocausto «para ver cómo habían hecho las cosas», señala, y a continuación crear «el protocolo de entrevistas que se puede consultar en la web del proyecto» (http://orpheus.ucsd.edu/speccoll/scwmemory/esp-protocol.html).
Difícil financiación
En 2008, un equipo de seis estudiantes (cuatro en Madrid y dos en Sevilla), junto con Luis Martín- Cabrera y Scott Boehm, comenzó las entrevistas. «La financiación provenía de varios departamentos de la Universidad de California», aunque, apunta el docente, «era un puente para que lográsemos por nuestra cuenta dinero para sostener el proyecto a través de alguna fundación privada», algo que nunca pasó por varios motivos.
«Además de la crisis financiera, no estábamos dispuestos a aceptar cualquier dinero», aclara Cabrera que sostiene que las historias que integran el archivo, «no tienen nada que ver con el discurso hegemónico norteamericano de los derechos humanos». Por otro lado, los entrevistados, «no son vidas abstractas, son personas que tienen o tuvieron una filiación política clara y sabían por lo que luchaban», y eso, en palabras del coordinador del proyecto, «no se presta a que te lo financien».
Cabrera considera que el hecho de haber salido adelante sin ayuda de benefactores privados, «es la prueba de que no hemos traicionado los ideales de las personas que entrevistamos».
Los 40.000 dólares de dinero público de la Universidad de California «se acabaron este verano» con la entrevista 124 y aunque no será un archivo completo, «llegamos tarde para muchas personas que no podrán contar su testimonio», apunta Cabrera, este trabajo ha creado «un lugar de memoria y un espacio virtual contra la impunidad y a favor de la justicia», concluye el coordinador del proyecto que ha contado con apoyos voluntarios: «El verano pasado, Jessica Córdova, estudiante, se fue a Barcelona a hacer entrevistas pagándoselo todo de su propio bolsillo».
Proyecto pionero
Por su parte, Scott Boehm, destaca que se trata de una iniciativa pionera ya que «el archivo audiovisual ha ocupado un espacio que antes no existía», en referencia a que es la primera vez que una institución pública, como la Universidad californiana, acoge un proyecto de estas características.
«La intención era crear un espacio institucional para las víctimas del fascismo en España, algo que les ha negado el Estado español», explica Boehm precisando que el «registro histórico» ha estado dominado por los «vencedores» que durante décadas «pudieron contar su historia».
Ahora, «con este archivo», subraya el doctorando estadounidense, «se pueden escuchar historias singulares y representativas de las miles de personas que lucharon contra el fascismo y sufrieron las consecuencias».
Los testimonios incluidos en el archivo audiovisual corresponden a víctimas que han sufrido todo tipo de represión. En ese sentido, Boehm apunta a casos de familiares de desaparecidos, torturas, prisión, exilio, campos de concentración, o represión «cotidiana»: hacia las mujeres, en las calles o en las escuelas.
Memoria «sin fronteras»
Respecto a la intervención de ciudadanos extranjeros en los procesos de recuperación de memoria histórica, Scott Boehm lo tiene claro: «La Guerra Civil fue un asunto mundial. No hay que olvidar la ayuda que tuvo Franco de nazis y de fascistas italianos, ni a las miles de personas que vinieron de todas partes del mundo para tratar de frenar el auge del fascismo en este país». 
Es por ello que el doctorando invita a «no extrañarse» por ver extranjeros implicados en este proceso ya que, «no es una memoria con fronteras estrictas», sostiene, para concluir que, «múltiples gobiernos tuvieron parte de la culpa en el triunfo de Franco, la normalización de su dictadura y la política del silencio y olvido de la Transición».
Material de la Guerra Civil española… en California
Desde que en 1966, el periodista -historiador! mb- y escritor Herbert Southworth donara su colección personal de documentos relacionados con la Guerra Civil española al archivo que lleva su nombre, la Herbert Southworth Collection (http://libraries.ucsd.edu/locations/mscl/collections/southworth-spanish-civil-war-collection.html) no ha parado de crecer.
Cerca de 13.000 materiales entre panfletos, carteles, libros, periódicos, pósters y manuscritos configuran el fondo documental en el que se representan todas las corrientes políticas de los últimos años de la II República y de la Guerra Civil.
Manuscritos de Juan Negrín, Indalecio Prieto, Fernando de los Ríos o Ernest Hemingway conviven con los de otros personajes de opuestas corrientes ideológicas como Primo de Rivera o Goebbels, ministro de propaganda en la Alemania nazi. 

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