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Advertencia


Me interesa, más que otras veces, precisar la intención y los límites exactos de este trabajo, pues no quiero que se desmesure ni aquélla ni éstos. Esta es una obra polémica que no pretende sentar cátedra, un trabajo político en el que se intenta, con seriedad y desde un punto de vista muy concreto, presentar una reflexión -la mía- sobre la historia política de los últimos ciento cincuenta años.

El método empleado ha sido el de trabajar sobre una bibliografía extensa pero no exhaustiva, llegar a precisar los hechos más sobresalientes y significativos del período observado y, después de haber precisado estos hechos, de haberlos ordenado, reflexionar sobre los mismos, interpretando la historia política de manera coherente.

Este método excluye toda pretensión de investigación histórica o económica. Se aceptan los hechos históricos, políticos, sociales, económicos, demográficos tal como son recogidos en los libros manejados, optando, cuando existen contradicciones, por la versión que parece más probable. Este método pone límites al trabajo realizado, puesto que en el mismo se acepta el nivel actual del conocimiento de la historia o de la economía que, por cierto, no parece demasiado brillante. Pero tiene la ventaja de ofrecer, a la altura de estos conocimientos, que son los nuestros, una interpretación política total intentando hacerlos comprensibles, intentando esclarecerlos al buscar sus correlaciones, plano éste en el que se ha trabajado hasta hoy bastante poco.

En un primer esquema de trabajo pensé aplicar el propuesto por Fierre Vilar en Crecimiento y desarrollo; parecía verdaderamente sugestivo. Pero, desgraciadamente, en la práctica ha resultado completamente inaplicable pues los datos disponibles, o al menos los que he podido conocer sin realizar un trabajo de investigación que caía fuera de mi proyecto, resultaban insuficientes. Sin embargo, el esquema de la obra de Pierre Vilar ha estado presente en la ordenación de los datos y ha supuesto para mí una importante guía en el trabajo de reflexión sobre los mismos. Es justo que así lo mencione, aclarando que los defectos que pueden descubrirse en mi análisis serán defectos que me son imputables o que tendrán su origen en la insuficiencia de datos y no derivados de aque1 esquema cuya excelencia es evidente.

Debo rendir también especial homenaje y aclarar lo mucho que debo a la Historia de España y América dirigida por Vicens Vives: en una proporción considerable los hechos históricos recogidos, los datos demográficos, económicos y sociológicos los debo a esta obra y al grupo de investigadores que la han realizado; especialmente el capítulo dedicado al siglo XVIII y los que se dedican al siglo XIX hubieran sido muy diferentes y mucho más pobres sin la existencia de este estudio.

Los trabajos de Tamames, sobre todo Estructura económica de España, la Historia de España en sus documentos de Díaz Plaja, El Laberinto español de Brenan, la Historia del fascismo español de Payne, juntamente con los Cuadernos del Instituto de Cultura Hispánica sobre el Desarrollo Económico, la colección de documentación económica de la Oficina de Coordinación y Programación Económica, los informes y estudios del Banco de Bilbao y del Banco Central, los anexos del Plan de Desarrollo, el Plan CCB de Caritas y las publicaciones del Instituto Nacional de Estadística, han sido en un conjunto más amplio que se reseña en las notas bibliográficas las obras más útiles en la cosecha y selección de datos; al trabajo de sus autores lo debo, y me parece natural el hacerlo constar así.

Para el período más reciente, además de alguna de las obras ya citadas, he utilizado el trabajo que realicé, juntamente con José Martínez, Jordi Blanc y Antonio Pérez para el libro España hoy, así como los realizados por el equipo de trabajo de Cuadernos de Ruedo ibérico para su suplemento de 1966 (Horizonte español 1966).


(Ignacio Fernández de Castro, 1967)