Xavier Domingo - El dinero del Opus es nuestro

Miguel Cé

El dinero del Opus es nuestro


Esperpento ibérico ejemplar de Xavier Domingo, en Ediciones Ruedo ibérico, París, 1971

Sin mitologías, horra, nalgueante y bruna, cual desatinada « piel de toro», con portugueses y todo, tensa hasta después del Pirineo ; monocotiledónea hasta el absurdo ; una España siempre decimonónica y ya casi siglo XXI, en la que «cada generación estuvo plagada de gilipollas que mataban o morían por un Viva Cristo Rey o por un me c... en Dios » ; eso, con bastantes más pelos y señales, es el magistral esperpento que hoy nos brinda Xavier Domingo, casticísimo lenguaraz de un opulento «costumbrismo » renuente.

Franquistas y antifranquistas, ácratas viejos y ácratas jóvenes, comunistas de cuando la guerra u otros de más reciente promoción, gente de la ETA y clérigos de ayer y de hoy, algún enano de Las Hurdes, amén de otros vascos, catalanes o madrileños con blasón, pueblan a vuelapluma esta imperecedera, invertebrada, ibérica España, jetada en la más sazonada de las salsas.

Roger Vailland, el admirado y admirable autor de Oeil pour oeil no hubiera jugado mejor, ni más visceralmente, con la vida, obra y andanzas de esta hispánica « corte de los milagros ».

« El fadri Pou i Terrados, viejo federalista de cepa decimonónica, todo metido en proclamas y manifiestos, embebido de culto al panteísmo maragallista y de entusiasmo escutista por la nueva canción catalana, cínico y soñador, me describió a la francmasonería opusdeísta como una caterva de ladrones de camino disfrazados de fraile, descendientes en línea directa de aquellas cábilas vaticanas, san Antonio María Claret y sor Patrocinio, que emponzoñaron los días isabelinos », cuenta el autor, y prosigue :

« -Esos de ahora son más tecnócratas, observé.
» -Oh !, exclamó. Ya lo eran, ya, de tecnócratas aquéllos también... »

Caracterial, este « opus » -bazar orgíaco sin trivialidades- no es doctrinario. Tampoco exegético ni expiatorio. Si se quiere, un estruendo mayor, una fenomenal «traca » nacional, con cantáridas de Sade donde los muñones de Paco Luchador son algo más, bastante más que un simple parche vejigatorio.

La cosa no está en que -como previene el autor- los personajes no tengan parecido con los de la realidad nacional. No. Bien lo dice por lo demás el « fadri » Pou i Terrades en el relato : « España es diferente, pero es porque desde los Reyes Católicos no ha cambiado». En otros términos, lo igual nunca se parece, sigue siendo igual.

Y si, por casualidad, a algún interesado se le ocurre parecerse a alguien, nadie dice que no llegue a encontrarse favorecido. ¡ Ah, las pochas con chorizo, tocino y lomo de Jesús de Dios!, qué bien condicen con ese « mundillo beatón, sordidillo, onanista, supersticioso y hasta fascista, made in Spain», que en su opus-culo nos describe Xavier Domingo.

En cuanto al «dinero del Opus», allí está. Por una vez, sólo veinte milloncejos de «leandras», contantes y sonantes, en billetes tersos, verdes, con Isabel y Femando, con yugos y flechas.

Genuinamente españoles. ¡ Tremendos !


En Cuadernos de Ruedo ibérico nº 33/35, octubre 1971-marzo 1972