por
Francisco Carrasquer
Se puede afirmar, ya de entrada, que el mejor fruto de todo el gran plantío de publicaciones del exilio español nos lo dio la editorial de "Ruedo ibérico" en París, y más especialmente su cogollo Cuadernos de Ruedo ibérico, el gota-a-gota que estuvo nutriendo a la intelectualidad española del exilio cuarentañero (fuese exilio interior o exterior), enriqueciéndolo de paso. ¿Os imagináis el desierto que habrían sido esos cuarenta años de destierro sin Editions Ruedo ibérico, y cómo habríamos salido del túnel del franquismo sin los libros editados por Editions Ruedo ibérico y sin la ración mensual de reflexión, información y crítica izquierdista de cada Cuaderno esperado como el santo advenimiento? Porque jamás se han dado cita tantas y tan buenas plumas de pensadores y poetas, de críticos e investigadores y de dibujantes y artistas gráficos, a través de la historia de la cultura española, como se dieron en Editions Ruedo ibérico, primero en la rue Aubriot y después en la rue de Latran (del barrio judío de París al Barrio latino, que era lo propio).
Aunque no sea tan importante, quiero decir también que el diseño, el maquetaje (o lay-out), la composicion, la tipografía y el acabado de los libros y las revistas salidos de Editions Ruedo ibérico son de tan buen gusto y tan bien cuidados que bien puede hacerse de sus productos un conjunto modélico en una exposición bibliofílica con que ilustrar una manera de hacer libros y revistas (aunque las revistas de Editions Ruedo ibérico son como libros) artística y profesionalmente ejemplares.
Y el responsable y casi factotum de esta bendición periódica hecha análisis brillante, información escogida y verificada y crítica de altura de la situación de nuestro mundo, con algún que otro remanso de poesía y "rápidos" de ríos literarios, más las cosquillas y zarpazos de los "cartoonistas" o dibujantes de la casa, no era otro que José Martínez Guerricabeitia (JMG), natural de Villar del Arzobispo (Valencia), donde nació el 18 de junio de 1921, aunque se trasladó con la familia a Requena (también de Valencia, aunque cuatro veces más grande). Pero no vamos aquí a abundar en su biografía, ni en anécdotas personales de JMG.
Porque lo que nos importa hoy es tratar su obra magna Editions Ruedo ibérico. Y para poner un poco de orden en esta exposición, dividiremos la materia en dos grandes apartados: 1) Libros, 2) Revista; y este, a su vez, dividido en las tres etapas de su carrera: la primera, la de los años 60 de tipo antifranquista; 2ª la de los 70 anticapitalista y 3ª, la de los últimos 70 de andadura francamente libertaria.
1. Los libros de Editions Ruedo ibérico
Echar una ojeada sobre el catálogo de los libros de Editions Ruedo ibérico basta para tomar conciencia de que constituye un conjunto altamente necesario y suficiente (como proponía Leibnitz para la razón) al uso y provecho de todo lector interesado por la democra-cia y la cultura epañolas (no hace falta añadir cultura de izquierdas, porque no puede haber otra). Si se trata de la historia de nuestra guerra civil, Editions Ruedo ibérico ha publicado los libros más importantes sobre el tema: el de Hugh Thomas, el de Gabriel Jackson, de Burnett Bolloten, y de más amplio vuelo que la guerra los de Gerald Brenan y de Ignacio Fernández de Castro; otros más especializados como los de Stanley Payne, Max Gallo y Jacques Georgel... Y aparte de estas grandes obras standard, se pueden citar una buena docena de libros más o menos monotemáticos relacionados directa o indirectamente con la Guerra civil española, desde lo ruso (Mijail Koltsov), lo militar (Alpert), lo católico (A. Sáez Alba y Ynfante); desde lo bibliográfico y documental (H.R. Southworth), desde el movimiento liber-tario (J. Peirats, C.M. Lorenzo), desde la diplomacia alemana (F. Borkenau) y desde la experiencia revolucionaria y de la guerra misma (dos grandes cenetistas: Juan García Oliver, -libro importante que fue su El eco de los pasos en el primer postfranquismo- y Cipriano Mera con su sobrio y tan aleccionador libro Guerra, exilio y cárcel de un anarcosindicalista, etc., etc. Editions Ruedo ibérico ha publicado nada menos que seis títulos de León Trotsky, entre los cuáles los Escritos Militares y la Historia de la Revolución rusa, más tres en defensa del POUM (un libro de Andrés Nin, otro de Joaquín Maurín y uno de Andrés Suárez)... En fin, no ha habido tema interesante o interesable que no haya abordado en forma de artículo y aún de libro Editions Ruedo ibérico: el problema de Euskadi, el catalán, el gallego, el marroquí, el de las dictaduras del Cono Sur americano, Cuba tres o cuatro veces, el carlismo, el imperialismo y neocolonialismo, el Opus Dei (dos libros), la cárcel franquista, la Justicia con Franco, los Consejos de Guerra, la mujer española, la sexualidad (femenina y en general), el sindicalismo de CC.OO, de UGT y USO, de la CNT como suplemento dos veces; sobre huelgas y movimientos de protesta etudiantiles, sobre la universidad, sobre marxismo (que no en balde el director JMG sabía de marxismo más que todos los marxistas juntos que lo rodeaban), sobre maoïsmo, trotskismo, bujarinismo; sobre erotismo y humorismo y aún los dos a la vez en los de Xavier Domingo. Y ya que hablamos para un auditorio del exilio mayormente libertario, preguntémonos qué editorial ha publicado toda una docena de libros de signo libertario como Editions Ruedo ibérico lo ha hecho. Los nombrados: Peirats, César M. Lorenzo, Juan García Oliver, Cipriano Mera, Carlos Díaz, José Borrás, Octavio Alberola/Ariane Gransac, Juan Martínez Alier, Alfredo Gómez, Telesforo Tajuelo, Serge Salaun, y otros que me dejo. Aunque la mayor contribución de textos libertarios la aportan más los Cuadernos de Ruedo ibérico, como veremos en su momento.
Editions Ruedo ibérico ha publicado muchos libros antifranquistas, seguramente lo mejor que se ha ecrito en español sobre el tema, pero también ha lanzado varios libros de poesía: Homenaje a Antonio Machado, España canta a Cuba, La pell de brau de Salvador Espriu (bilingüe), Grado elemental de Angel González, Balada de Carabanchel de Alfonso Sastre, Que trata de España de Blas de Otero, así cómo álbumes de dibujos antifranquistas, el de Bartolí y el de Andrés Vazquez de Sola, por ejemplo; en fin, libros de erotismo empezando por el grueso manual de Erótica hispánica de Xavier Domingo, hasta la popularísima novela pornográfica de Emmanuelle , pasando por La filosofía en el boudoir de Sade, traducido por Agustin García Calvo e ilustrado por Bartolí, Historia del ojo de Georges Bataille y el libro de Alexandrian Los libertadores del amor.
De entre los más vendidos de la primera época podemos hacer mención, por orden decreciente, La guerra civil española de Hugh Thomas, El laberinto español de Gerald Brenan (el hispanista que mejor ha retratado a los españoles por dentro), La prodigiosa aventura del Opus Dei, génesis y desarrollo de la Santa Mafia de Jesús Ynfante, El mito de la cruzada de Franco de H.R. Southworth (implacable desmitificador de los plumíferos franquistas), y Franco, historia de un mesianismo (que se reeditará más tarde con el título Franco, la obsesión de ser, la obsesión de poder) de Luis Ramírez, seudónimo de Luciano Rincón, de quién hablaremos más adelante.
Y de la época española, caben destacar de Editions Ruedo ibérico el gran libro de memorias de Juan García Oliver, El eco de los pasos (1978, 650 págs.), y Extremadura saqueada (1978, 560 págs.). Ambos publicados ya en España bajo la fima editorial de Ibérica de Ediciones y Publicaciones - Libros de Ruedo ibérico -Barcelona/Madrid-. Este meritísimo libro que trata de levantar los valores económicos, históricos y culturales, pero sobre todo los agrícolas, de Extremadura, es obra de un equipo de investigadores dirigidos por Mario Gabiria, José Manuel Naredo y Juan Serna.